En este primer contacto con ustedes, y honrando mi orientación profesional dirigida hacia el fortalecimiento organizacional, he querido iniciar escribiendo sobre una serie de dinámicas empresariales relacionadas con los esquemas de ejercicio laboral por los que cada una de nosotros puede haber optado en algún momento.

La educación recibida en nuestros hogares, la formación académica y la experiencia profesional se constituyen en elementos fundamentales para construir las realidades que siempre hemos soñado, bien sea a través de la opción de la vinculación laboral, el emprendimiento, el empresarismo, e incluso la informalidad [la filosofía de esta última se desliga del objeto de nuestro blog, en consecuencia no será desarrollado].

Vinculación laboral

Como opción es válida, involucra una serie de características que la hacen atractiva en sí misma, siendo ésta la primera de las opciones consideradas por la persona que ingresa a la categoría denominada “económicamente activa” [vinculación contractual de mediano plazo, opciones de aprendizaje, desarrollo de un plan de carrera, un ingreso permanente, seguridad social asegurada y la acumulación de recursos para la etapa pos-laboral]; requiere competencias asociadas a aquello que la empresa contratante define como necesario para satisfacer su necesidad, no requiere inversiones en dinero más allá de las propias del proceso de búsqueda laboral, y los tiempos destinados al proceso previo están directamente asociados con la eficacia de la persona en la definición y abordaje de su estrategia de búsqueda, con la eficiencia de los procesos de reclutamiento y vinculación de las empresas, y con la necesidad real de éstas en relación con el desarrollo de su modelo estratégico; es una alternativa necesaria para la permanencia del esquema productivo en nuestra sociedad.

Emprendimiento

Esta es otra opción, de corta historia pero de rápido crecimiento. Tomado como la formalización de iniciativas tendientes a la conformación de unidades productivas que se constituyan en una opción adicional para satisfacer las necesidades del mercado que ha evolucionado en los últimos años hasta el punto en que son consideradas como una opción en el sector real, aunque lamentablemente con un desarrollo ineficiente que ha generado afectaciones evidenciadas en el fracaso de nuevas empresas antes de alcanzar su madurez, situación que ha incidido en el fortalecimiento de esta opción, en los niveles de penetración de las mismas y en su posicionamiento; es oportuno mencionar que a pesar de lo anterior se han identificado en su mayoría los elementos que generan desequilibrios durante el proceso, ante lo cual varias universidades y entidades han estructurado enfoques de formación alternativos para maximizar la probabilidad de éxito de estos proyectos.

Empresarismo

Formalmente se asocia como una opción ligada a la anterior, sin embargo considero que es preciso realizar una división para visualizar un elemento diferenciador frente al emprendimiento: El empresarismo se desliga de las dificultades propias del comienzo del proceso emprendedor [ausencia de ideas de negocio, debilidad en la estructuración e implementación de los planes de negocio y carencia de recursos financieros que permitan la supervivencia del emprendedor mientras su unidad productiva se hace realmente productiva], y se parte en general de iniciativas de negocio que en algún momento del tiempo fueron consideradas, o de la identificación de oportunidades en las que su aprovechamiento requiere la conformación de una estructura que normalmente cuenta con equipos de trabajo experimentados, con las conexiones comerciales que apoyarán la realización del objeto comercial y con suficiencia en recursos financieros para acometer de manera inmediata las oportunidades detectadas; si el proyecto tiene una corta duración, normalmente ello es atribuible a los socios en razón a decisiones que normalmente se asocian con su interés de continuidad, porque la oportunidad fue suficientemente explotada, o porque el aprovechamiento del mismo no arrojó los resultados esperados.

Ahora bien, la coexistencia de las alternativas anteriores es necesaria para apoyar el fortalecimiento del sistema socio económico, sin embargo hay espacios para la discusión que surgen a partir de una pregunta esencial:

¿Qué competencias están asociadas a una u otra para garantizar que la iniciativa tiene éxito?

Si partimos de la base de que una competencia se define como el conjunto de conocimientos, habilidades, técnicas y experiencias que debe tener una persona para el desarrollo exitoso de una actividad, podríamos comenzar a hacer una lista de las mismas clasificada por cada una de estas alternativas e identificar aquellas que son transversales a las tres [común entre las mismas], y aquellas que son particulares a cada una de éstas; ¿Cuál sería el resultado?

Los invito a realizar este ejercicio y comenzar a generar espacios de discusión que promuevan la identificación de estas realidades, punto a partir del cual podremos contribuir en conjunto al fortalecimiento de nuestro ejercicio laboral y de las posiciones que hemos construido, y que en ocasiones nos llevan a promover el des-aprendizaje y el re-aprendizaje.