El término sanación del niño interior consiste en un conjunto de estrategias psicológicas dirigidas a intervenir sobre las vivencias, emociones, palabras, recuerdos y experiencias dolorosas que fueron vividas durante momentos importantes de la infancia y que se asocian a problemáticas relacionales, afectivas y comportamentales que las personas presentan en el día de hoy.

Durante la historia personal cada uno vive muchas experiencias que le dan significado a la vida y un sentido a lo que somos como personas, para construir de esta manera lo que se denomina identidad, sin embargo no siempre las experiencias que hemos vivido son agradables, bien sea por aquello que sucedió en esos años tan importantes de la infancia, o por la interpretación que le damos a las vivencias, las cuales se convierten en recuerdos que son “almacenados” como imágenes y relatos de lo que nos dijimos a nosotros mismos acerca de lo que nos pasó.

Es así como una vez ha pasado el tiempo comenzamos a experimentar que hubo situaciones de nuestro pasado que todavía nos generan desasosiego, molestia, temor, dolor y otras emociones que catalogamos como “negativas” por su carácter paralizante e incómodo, viéndose reflejadas así en nuestra vida actual e impidiéndonos adaptarnos a las exigencias de lo que hoy nos rodea, acuñando así el término de traumas o problemas emocionales de la infancia.

Reconocemos que debemos hacer algo con esos problemas del pasado ya que se meten en nuestro presente y nos llevan a repetir actitudes defensivas, respuestas automáticas o emociones que no queremos volver a experimentar, y ahí es cuando nos preguntamos

¿Cómo podemos solucionar nuestra situación actual si esos eventos sucedieron hace bastante tiempo?, o, ¿Es que el pasado se puede cambiar?

La psicología nos dice claramente que aunque la experiencia pasada no se cambia, la forma como la recordamos y sentimos sí la podemos resignificar, creando emociones y sentidos diferentes a dichas vivencias, que se reflejarán en el presente a través de una cadena de significados que se comenzarán a desatar una vez se liberen esos recuerdos dolorosos. Es acá donde se recurre al empleo de las diferentes técnicas de sanación del niño interior, cuyos resultados son fascinantes para el crecimiento personal y el desarrollo de aquellos aspectos de la vida que habían quedado relegados como insuperables, pero ante los cuales también se puede dar una solución.

Para finalizar, ¿En cuáles casos es más común el uso de esta estrategia?; se usa para el abordaje de historias personales donde hubo maltrato, abandono parental, abuso sexual, violencia intrafamiliar, secuestro, accidentes, maltrato escolar, enfermedades graves de la infancia, pero además cualquier situación en la que como niños nos sentimos rechazados o maltratados por personas significativas, así no hubiera sido de una magnitud significativa a los ojos de los que nos rodean.

Los invito a explorar más en este tema y si es el caso, considerar la posibilidad de buscar un psicoterapeuta que atienda las necesidades de su niño interior para que el adulto actual viva más alegre, coherente y en el pleno uso de sus recursos personales.