A continuación anexo una reflexión muy bella que nos muestra que, no sólo es importante lo que las madres hacemos para la formación de los hijos, sino también que la calidad de nuestro rol depende de la interacción que tenemos con ellos, de ahí la necesidad de reconocer que los hijos vienen a nuestro mundo a enseñarnos y flexibilizarnos frente a los pequeños detalles que forman parte de nuestra vida.

Por eso, en este día de la Madre quiero hacer un reconocimiento a aquellas mamás dedicadas al acompañamiento y protección de sus hijos, pero también a éstos por el impacto que le traen a nuestra vida, permitiéndonos desplegar todo nuestro potencial para crecer y aprender a su lado.

CHARCO DE LODO
(Tomado del Libro de los Cuentos, Recopilador Diego Palma)

Cuando veo dientes de león, veo hierba dañina invadiendo mi patio; mis hijos ven flores para la madre y soplan la pelusa blanca pensando en un deseo.

Cuando veo un mendigo que me sonríe, veo a una persona sucia que probablemente quiere que le de dinero y eso me pone molesta; mis hijos ven a alguien que les sonríe y ellos responden con otra sonrisa.

Cuando oigo una música me gusta, pero no sé cantar y no tengo ritmo, entonces me siento y escucho; mis hijos sienten el ritmo y bailan, cantan y si no saben la letra, crean la suya propia.

Cuando siento un fuerte viento en mi rostro, me esfuerzo contra él, lo siento despeinándome y empujándome para atrás cuando voy caminando; mis hijos cierran sus ojos y abren sus brazos y vuelan con él hasta que caen a reír en el suelo.

Cuando rezo, digo tú y nosotros, y concédeme esto y dame aquello; mis hijos dicen, ¡Hola Dios!, te doy las gracias por mis juguetes y mis amigos. Por favor mantén lejos los malos sueños hoy por la noche, yo todavía no quiero ir al cielo.

¡Sentiría falta de mi padre y de mi madre!.


Cuando veo un charco de lodo le saco la vuelta, veo zapatos enlodados y tapetes sucios; mis hijos se sientan en él, ven represas para construir, ríos para cruzar y bichos para jugar.

Yo solo quisiera saber, si los hijos nos fueron dados para enseñarles o para aprender de ellos…, es recomendable apreciar las pequeñas cosas de la vida.

Te deseo…, grandes charcos de lodo y dientes de león.