Una vez que hemos sido conscientes del proceso de aprendizaje que aplica en todos los campos de nuestras vidas [i) Incompetencia inconsciente, ii) Incompetencia consciente, iii) Competencia consciente y, iv) Competencia inconsciente], y luego de haber considerado algunas de las razones por las cuales nos quedamos en una u otra etapa, es oportuno preguntarnos qué tipo de conocimiento queremos adquirir, y cómo a partir de esta decisión estaremos en capacidad de tomar decisiones de manera consciente en relación con el mismo.
Podemos querer solamente adquirir información, en algunos casos podemos querer comprenderla, en otros más quizás aplicar los conocimientos derivados de ese proceso mental, para lo cual necesitamos profundizar en metodologías de análisis de la información, luego de lo cual estaríamos en capacidad de materializarlo a través de procesos de síntesis para estar en capacidad de exponerlo a otros, momento en el que estaríamos en capacidad de llegar a la máxima expresión de este conocimiento al poder realizar de manera autónoma, objetiva y argumentativa un proceso de evaluación en relación con los conocimientos que estamos adquiriendo.
Contenidos de la entrada
- Nivel Inferior que tiene dos tipos de formación, Información y Comprensión.
- Nivel Medio, en el que se encuentran otros dos tipos de formación, la Aplicación y el Análisis
- Nivel Superior, en el que encontramos la Síntesis y la Evaluación como expresiones máximas del mismo [del proceso de formación].
“Este corresponde a un escenario en el que se garantiza que la persona sabe que algo existe, es decir, está incursionando en la segunda etapa del proceso de aprendizaje”
En relación con el alcance del conocimiento al nivel de INFORMACIÓN…
Este corresponde a un escenario en el que se garantiza que la persona sabe que algo existe, es decir, está incursionando en la segunda etapa del proceso de aprendizaje, la incompetencia consciente, etapa en la que muchos de los aprendices pueden quedarse si no encuentran un estímulo suficiente para incursionar de manera profunda en los temas que está abordando, punto en el que podemos afirmar que inicia una co-responsabilidad en el proceso de aprendizaje:
Por un lado de quien quiere aprender, cuyo proceso requiere esfuerzo y compromiso por parte de éste [el aprendiz], y por otro lado de quien quiere que un tercero acceda a dicho conocimiento, para lo cual debiera aprovechar su “posición dominante” para evaluar alternativas a través de las cuales pueda poner a disposición del aprendiz una fuente rica y variada de contenidos y formas de presentar el mismo para atarlo [al aprendiz], al rico proceso del aprender [aquí ya entraríamos en un campo aparte asociado a la Gestión del Conocimiento, aspecto sobre el que hablaremos dentro de un par de semanas…, por ahora vamos paso a paso].
De acuerdo con lo anterior cabría entonces la pena preguntarnos, ¿Qué hace que en ocasiones lleguemos únicamente a este nivel en el proceso de formación?
Las respuestas son muchas y muy variadas, y todas perfectamente válidas si las tomamos desde la perspectiva del interés genuino del aprendiz en hacerse responsable por su proceso.
En primera instancia, y partiendo desde uno de los extremos factibles en los que podemos definir los límites para las decisiones, tenemos aquella posición en la que puede haber un claro desinterés en el tema que se ha abordado, y ello es completamente entendible desde la perspectiva de que no estamos en capacidad ni nos interesa acceder a todo tipo de conocimientos por el simple hecho de que nuestros intereses, enfoques académicos, profesionales y proyectos de vida son disímiles frente a los de otros, en cuyo caso seleccionamos aquello que en primera instancia creemos que nos interesa e iniciamos el recorrido de dicho aprendizaje.
En segunda instancia podríamos argumentar que el desinterés se origina en el hecho de que hay circunstancias externas, cualesquiera que éstas sean, que impiden un acercamiento entre el aprendiz y la oferta de conocimiento, caso en el que aún no hay una clara disposición del aprendiz por ingresar en el terreno del proceso de aprendizaje, razón por la cual el mismo es desechado [aspecto asociado con la motivación del aprendiz]. Es claro que de esta segunda posibilidad podría surgir una tercera instancia que resulta de la diversidad de combinaciones posibles, originadas en distintos niveles de importancia de una de las dos alternativas observadas, desinterés y circunstancias externas, que generan afectaciones en el proceso que conllevan al desecho del proceso.
Podemos hablar de una cuarta y una quinta instancia que impiden el desarrollo del proceso de aprendizaje, de las cuales hablaremos en un próximo escrito, sin embargo no quiero dejar de anotar que estas cinco instancias [y que puede ser muchas más de acuerdo con el nivel de detalle y perspectivas que quisiéramos incluir], siempre estarán presentes en cada uno de los seis tipos de formación, cuyas definiciones y niveles de presencia estarán directamente relacionados con diversidad de factores que surgen de acuerdo con la etapa del proceso de aprendizaje en la que nos encontremos…, por ahora hemos dicho que en la INFORMACIÓN estamos avanzando y nos encontramos aún en la segunda de las etapas, la incompetencia consciente.
En la próxima entrega hablaremos de la cuarta y quinta instancia que promueven el hecho de que lleguemos hasta etapas parciales en el proceso de aprendizaje, y así mismo del tipo de formación asociado con la comprensión y la aplicación del aprendizaje adquirido, momentos a partir de los cuales podremos estar en capacidad de promover cambios ciertos que generen los impactos que pretendemos en nuestra sociedad.